miércoles, 25 de mayo de 2011

Europa hipócrita.

     Muchos autores actuales critican y desvirtúan los orígenes griegos de la democracia. Atribuyen sus logros a la facilidad de gobernar pequeños territorios (la polis griega no abarcaba ciertamente grandes extensiones) poco poblados (realmente no tenían grandes densidades de población). Creo que ésa es su mayor conquista; un pequeño territorio poco poblado es el panorama perfecto para un tirano/dictador, es el escenario ideal para gobernar de forma autoritaria. También critican a la antigua democracia griega por su escaso poder de participación popular: solo tenían "voto" los ciudadanos, quedando excluidas las mujeres, los esclavos y los extranjeros, solo participaban de la democracia el 25% de la población. Aquí les tengo que dar la razón, pero recordando que los derechos humanos y la igualdad entre sexos son conquistas muy posteriores a estas fechas, no podemos juzgar a los antiguos griegos desde nuestra perspectiva actual, tal vez sea más justo compararlos con otros pueblos y culturas coetáneos a ellos; autarquías orientales donde el rey o sátrapa era un dios viviente que mantenía en la esclavitud al resto de la población.
     Demos un salto de 2500 años, hasta 1933; verdaderamente me saca de mis casillas el hecho de que sea una opinión aceptada y difundida el hecho de manifestar que Adolf Hitler llegó al poder gracias a la democracia. La república de Weimar era un zombie, un sistema abocado a la autodestrucción como consecuencia de las excesivas cargas que los vencedores de la I Guerra Mundial impusieron a Alemania. Hitler nunca ganó unas elecciones, si bien llegó a obtener un 33% y un 44% nunca el partido nazi fue el más votado. Aprovechó la inestabilidad de la política alemana de entreguerras para alzarse con el poder no sin violencia.
     Dejemos las cuestiones históricas y realicemos un ejercicio de política-ficción: imaginemos que se descubre la vacuna para curar el SIDA (ojalá sea cierto y pronto) y pongámonos en la situación de un país con altos porcentajes de víctimas de tan terrible enfermedad. Ahora imaginemos que un dictador de uno de esos paises se opone a la entrada y difusión de esta vacuna por motivos religiosos, propagandísticos, populistas o de cualquier otra índole. ¿Apoyariais una intervención militar para derrocar a ese gobierno y mejorar fehacientemente las condiciones de sus ciudadanos? Creo que sería muy hipócrita contestar negativamente a esta cuestión.
     ¿Y si hacemos una equivalencia entre esa hipotética vacuna y el sistema democrático? Pienso que es muy difícil dilucidar si el progreso lleva a la democracia o es la democracia quien conduce al progreso, pero estoy seguro de que democracia y progreso están intrínsecamente conectados.

Medidor de democracia "Polity IV data series", los
 paises más claros tienen gran índice de democracia,
 los más oscuros, menos.
     Este mapa refleja claramente la relación existente entre el índice de democracia y el desarrollo económico, social, cultural y de libertades de los paises democráticos con respecto a los no democráticos.







     No abogo por la extensión a escala mundial del sistema democrático mediante el uso de la fuerza, pero sí por otros medios: publicitar entre la población los derechos humanos, no colaborar con regímenes dictatoriales, colaboración ( económica, organizativa y de gestión) con grupos demócratas de oposición...
     Oriente Próximo y el Norte de África están pidiendo a gritos ayuda, están pidiendo a Occidente que les ayudemos a convertirse en democracias, que quieren libertades y derechos, que desean progreso: quieren su "vacuna". Hemos enviado una mínima fuerza armada para derrocar a un viejo enemigo de la OTAN como es el general Gaddafi y hemos embargado ciertas cuentas de dictadores.
     Cuanta hipocresía. Europa, la cuna de la democracia, la abanderada de los derechos humanos, nos llenamos de orgullo al contemplar la Unión Europea, la hermandad entre países, la eliminación de fronteras, la cooperación... A unos pocos cientos de kilómetros de nosotros hay alzamientos contra dictaduras despóticas y miramos hacia otro lado. Nos preocupamos más por las crisis financieras de Grecia, Irlanda o Portugal. ¿A ésto se reduce la Unión Europea?, ¿sólo era economía aquel sueño?.
     Estamos perdiendo una oportunidad histórica de convertirnos en un referente ético y moral a escala mundial, si no vamos a ser líderes en economía ( EEUU y China), ¿por qué no ser los referentes éticos del mundo?. Si no vamos a ser potencias militares ( EEUU y China nuevamente), ¿por qué no convertirnos en los defensores de los derechos humanos?
     ¿A qué nos vamos a ver reducidos?

3 comentarios:

  1. Con todo el cariño, decir a toro pasado, que la república alemana estaba abocada el fracaso es tan fácil como ingenuo. Desgraciadamente, Hitler fue el partido más votado y, además, pudo formar gobierno. Eso, en términos actuales es ganar las elecciones.
    El problema de una democracia, como se vio en este caso, es cuando una gran parte del electorado vota por partidos que no creen en la democracia y sus valores. No hay sistema que se resista...

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  2. Anónimo, te recomiendo "Sociedad y cultura en la República de Weimar: el fracaso de una ilusión" de José Ramón Díez Espinosa, mi profesor de Historia Contemporánea. Saludos.

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  3. Como simple lector de una biografía de Hitler, éste pudo formar Gobierno cuando su partido había dejado pasar su mejor momento por el maximalismo de su líder, debido a las flaquezas de sus oponentes y a los desesos de ciertas élites de contar con un gobernante más autoritario que creían poder controlar. O eso es lo que yo creo, debido a dicha biografía.

    Un saludo :)

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