lunes, 30 de mayo de 2011

Dos rayos de esperanza.

     Con el fin de poner límites a grandes acumulaciones de poder y velar por la ética en la práctica de la política, los antiguos griegos de Atenas, Argos o Mileto tenían un mecanismo de defensa de sus democracias: el ostracismo.
     Cada año, todos los ciudadanos griegos, iban al barrio alfarero de su polis y cogían trozos de cerámica desechos y en éllos escribían el nombre de un compatriota. Si alguien llegaba a una cantidad de votos previamente establecida, debía exiliarse de la polis en un plazo inferior a diez días. El periodo de exilio: 10 años. Posteriormente, este ostracismo podía ser perdonado si la asamblea popular así lo solicitaba. El exiliado no perdía sus derechos de ciudadanía tras el destierro. Fue una medida muy eficaz a la hora de luchar contra las tiranías y las malas praxis en política.

     Realmente, me avergüenza el nivel político de nuestros dos grandes partidos. Chacón, con una voz quebrada que helaba la sangre, no solo enterró sus opciones de convertirse en la primera mujer con posibilidades de convertirse en Presidente del gobierno, sino que dinamitó el único ápice de funcionamiento demócrata que resistía en el PSOE. Qué lejos queda la posibilidad de un sistema de listas electorales abiertas... Mientras, en la otra esquina, el PP se asemeja al cazador que tiene en su punto de mira a la presa acorralada y se lame, despacio, los labios antes de derribarla.
     Sé que sería injusto, anticonstitucional, anacrónico, etc. pero, ¿imagináis un referéndum en España sobre la aplicación del ostracismo? ¿Cuántos votaríamos a favor?
     De todas formas, aun se ven en nuestro panorama político atisbos de cierta moralidad, de prácticas demócratas reales, pongamos dos ejemplos.
     La primera de las noticias que me hacen pensar que no todo es negro en la política española hace referencia a IU. Antes de apoyar al PSOE a gobernar en Extremadura, van a llevar a cabo un total de 120 asambleas locales en diversos puntos de dicha Comunidad para analizar la situación y ,posteriormente, hacer un referéndum entre sus afiliados y simpatizantes (eso sí, no vinculante) para decidir si apoyan o no a la candidatura del señor Vara (PSOE). Ésto debería ser el fin de los mercadeos que los políticos hacen con nuestros votos si se generalizara. Me parece un hecho verdaderamente demócrata, estos señores cuentan con la opinión de sus votantes.
     La segunda noticia hace referencia a UPyD. La coalición PSOE-IU necesita en Getafe del apoyo de UPyD para gobernar. UPyD tiene una marcada política anti-imputados, no pactará con nadie que presente imputados en sus listas. La concejala socialista de obras (imputada por el caso de los aparcamientos) va a renunciar a su acta de concejal. PP y PSOE se recriminan constantemente sobre casos de corrupción sin hacer nada por resolverlos, parece que hay un partido que no comulga con esta situación, que tiene cierta moralidad y es capaz de renunciar al poder con tal de mantenerse íntegros.
     Son dos pequeños rayos de esperanza, nada de trascendencia vital para el funcionamiento interno de nuestro país, pero noticias así deberían ir en las primeras planas de los medios, ojalá algún día venda más lo ético que lo llamativo.

sábado, 28 de mayo de 2011

La trampa D'Hondt.

     La democracia es la forma de gobierno en la que el poder pertenece al pueblo y es ejercido por unos representantes legitimados mediante mecanismos de participación más o menos directa. En España, estos mecanismos se articulan por medio del sistema D'Hondt, una fórmula electoral usada para hallar los representantes electos en función de los votos emitidos, pero incluyendo un factor; la territorialidad.
     En mi opinión, el defecto principal de nuestro sistema electoral es el reparto de escaños por provincias. Este sistema se incluyó en nuestra Constitución con el fin de reducir los partidos representados en los primeros tiempos de nuestra democracia, fines funcionales que, en ese momento, podían estar justificados. Pero no ahora. Veamos algunos ejemplos de ésto: elecciones generales de 2008, PNV 306000 votos y 6 diputados, ERC 298000 votos y 3 diputados, IU 969000 y 2 diputados, UPyD 306000 votos y 1 diputado. Parece claro que nuestro sistema favorece claramente a las minorías localizadas perjudicando a las mayorías dispersas. Pero miremos más en profundidad, al PSOE cada diputado le "costó" 66800 votos, al PP 66740, a CIU 77942, en cambio, IU necesitó 484973 votos por cada diputado y UPyD 306000 votos. Ésto demuestra que no solo los partidos minoritarios y localizados salen beneficiados del sistema D'Hondt.
     Este sistema territorial también conlleva un factor demográfico mediante el cual Madrid aporta 35 escaños y provincias como Ávila, Teruel o Guadalajara tan solo aportan 3. Ceuta solo 1. En estas provincias en las que se aportan tres diputados, el resultado siempre es el mismo: 2 para PSOE y 1 para PP, o bien 2 para PP y 1 para PSOE. Lamentablemente, todos los votos de IU de Ávila se tiraron a la basura y todos los votos de Teruel a UPyD corrieron la misma suerte. Este hecho no solo es injusto sino que aporta un factor psicológico de gran importancia: el votante de IU o UPyD sabe que su voto no cuenta para nada, por lo tanto, en grandes porcentajes, o bien no vota o "presta" su voto a una de las dos únicas alternativas.
     Creo que la solución a este problema pasa por una reforma de la ley electoral (LOREG) que amplíe las circunscripciones electorales, por ejemplo a Comunidades Autónomas. Para esta reforma, tanto PP como PSOE deben estar de acuerdo y, sabiendo que van a ser perjudicados, me parece algo muy difícil de lograr. Otra solución: representación directa de escaños en función a los sufragios obtenidos y que el Senado cumpla su función de representación ciudadana por territorios. ¿Lógico?
     Mientras nuestro sistema electoral continúe  así, el artículo 1.2 de nuestra Constitución (La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado) está en entredicho, tengo que afirmar que el sistema D'Hondt supone en España una grave desviación y distorsión de la soberanía popular, que es lo básico en una democracia.
   

jueves, 26 de mayo de 2011

La (des)organización de España.

     Aunque no se recoja implícitamente en nuestra Constitución y nadie llame a las cosas por su nombre, España es, funcionalmente, un Estado Federal. Al igual que Estados Unidos o Alemania. Pero existe una gran diferencia con respecto a estos dos países; el origen. Tanto Estados Unidos como Alemania surgieron por la unión de diferentes Estados independientes, en cambio, España se está convirtiendo en un Estado Federal por la separación de Comunidades Autónomas.
     Hay otra gran diferencia: las reglas del juego. Si bien Estados Unidos y Alemania tienen en sus respectivas Constituciones bien definidas las competencias del Estado, en nuestro caso no es así; no hay un plan, no sabemos a dónde nos dirigimos. Las Comunidades periféricas van arrancando al Estado cada vez más competencias (por pactos políticos de dudoso beneficio colectivo) y no existe un límite.
     Además, este federalismo español tiene un marcado carácter competitivo; la cooperación y la solidaridad interterritorial no son contempladas, y tiene diversos ritmos de implantación.
     Los beneficiarios de esta situación: los partidos nacionalistas. El culpable de esta situación: el bipartidismo. Tanto PP como PSOE han gobernado junto a partidos nacionalistas otorgando a sus Comunidades privilegios y competencias sin mirar por el bien colectivo. Estamos asistiendo a la consumación de un Estado Federal impuesto, insolidario y en lo que todo parece ser provisional y ambiguo.
     Ante esta situación, no cabe otra salida que una reforma de la Constitución donde dejar claras las "reglas del juego"; decidir de manera clara y sin ambigüedades qué competencias son del Estado y cuáles de las Comunidades Autónomas.
     Y no estaría de más el hacer ésto de forma demócrata, "permitiendo" que los ciudadanos decidan en libertad e igualdad.
 

Dos ejemplos de nuestra "democracia".

     Actualmente nos vemos sometidos a un constante bombardeo de información. No quiero hacer un alegato sobre la manipulación de los medios de comunicación, pero hay una cosa que tenemos que tener muy clara mientras leemos un periódico o vemos un telediario: son empresas que quieren ganar dinero, vender más que la competencia, tener más audiencia. El titular de un periódico o la noticia de entrada en un telediario no tiene porque ser lo más importante, sino lo más llamativo, lo que más vende. Además, todos sabemos la importancia que la tendencia política de cada grupo empresarial tiene en cada medio de comunicación; este hecho me hace llegar a la conclusión de que la prensa española tiene un nivel muy bajo. La falta de imparcialidad y objetividad es permanente en cualquier medio; cuando leo una noticia interesante, tengo que releerla en tres medios diferentes para hacerme una idea global del tema. Quizá esto no sea más que una consecuencia más del bipartidismo imperante en España.
     De todas formas me gustaría detenerme en dos noticias que han pasado, más o menos, inadvertidas para la mayoría de la población en estos días en los que solo interesan (o hacen que solo nos interesen) las noticias referentes a las pasadas elecciones y sus consecuencias.
     La primera de éllas hace referencia al ERE de Telefónica: en un principio iba a afectar a unos 6500 trabajadores en un plazo de tres años, ahora van a ser 8500 en cinco años. Telefónica aduce motivos económicos para justificar este ERE. Analicemos la situación económica de Telefónica: en el año 2010 obtuvo beneficios de 10167 millones de euros (un 31% más que en 2009), se han repartido un total de 450 millones (en acciones de la compañía) entre 1900 directivos y su presidente (César Alierta) ingresó el año 2010 la cantidad de 8.6 millones de euros. ¿Justifican estas cifras la necesidad de un ERE?
     La segunda noticia que me gustaría destacar es del día 19 de mayo y hace referencia a un expediente abierto por la Comisión Europea contra España. El motivo no puede no puede ser más desalentador; no controlar el sueldo de los directivos de la banca. El 1 de enero entraron en vigor medidas a nivel europeo que obligaban a los Estados a controlar el nivel de riesgo de determinadas inversiones bancarias, así como a vigilar remuneraciones mal concebidas y perversas. El gobierno se defiende alegando que las medidas para controlar el sueldo de los banqueros van expuestas en un Real Decreto que "se encuentra en fase muy avanzada de tramitación". Han pasado casi seis meses desde que entró en vigor la norma europea. ¿A qué dedicais el tiempo? En medio de esta terrible crisis financiera, ¿no es suficientemente importante este tema?
     Estos son simplemente dos ejemplos, que me hacen preguntarme si los políticos no son simplemente marionetas manejadas por las grandes empresas. Y si ésto es cierto, aun hay una cuestión mucho más terrible y deprimente: ¿dónde quedamos los ciudadanos?.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Europa hipócrita.

     Muchos autores actuales critican y desvirtúan los orígenes griegos de la democracia. Atribuyen sus logros a la facilidad de gobernar pequeños territorios (la polis griega no abarcaba ciertamente grandes extensiones) poco poblados (realmente no tenían grandes densidades de población). Creo que ésa es su mayor conquista; un pequeño territorio poco poblado es el panorama perfecto para un tirano/dictador, es el escenario ideal para gobernar de forma autoritaria. También critican a la antigua democracia griega por su escaso poder de participación popular: solo tenían "voto" los ciudadanos, quedando excluidas las mujeres, los esclavos y los extranjeros, solo participaban de la democracia el 25% de la población. Aquí les tengo que dar la razón, pero recordando que los derechos humanos y la igualdad entre sexos son conquistas muy posteriores a estas fechas, no podemos juzgar a los antiguos griegos desde nuestra perspectiva actual, tal vez sea más justo compararlos con otros pueblos y culturas coetáneos a ellos; autarquías orientales donde el rey o sátrapa era un dios viviente que mantenía en la esclavitud al resto de la población.
     Demos un salto de 2500 años, hasta 1933; verdaderamente me saca de mis casillas el hecho de que sea una opinión aceptada y difundida el hecho de manifestar que Adolf Hitler llegó al poder gracias a la democracia. La república de Weimar era un zombie, un sistema abocado a la autodestrucción como consecuencia de las excesivas cargas que los vencedores de la I Guerra Mundial impusieron a Alemania. Hitler nunca ganó unas elecciones, si bien llegó a obtener un 33% y un 44% nunca el partido nazi fue el más votado. Aprovechó la inestabilidad de la política alemana de entreguerras para alzarse con el poder no sin violencia.
     Dejemos las cuestiones históricas y realicemos un ejercicio de política-ficción: imaginemos que se descubre la vacuna para curar el SIDA (ojalá sea cierto y pronto) y pongámonos en la situación de un país con altos porcentajes de víctimas de tan terrible enfermedad. Ahora imaginemos que un dictador de uno de esos paises se opone a la entrada y difusión de esta vacuna por motivos religiosos, propagandísticos, populistas o de cualquier otra índole. ¿Apoyariais una intervención militar para derrocar a ese gobierno y mejorar fehacientemente las condiciones de sus ciudadanos? Creo que sería muy hipócrita contestar negativamente a esta cuestión.
     ¿Y si hacemos una equivalencia entre esa hipotética vacuna y el sistema democrático? Pienso que es muy difícil dilucidar si el progreso lleva a la democracia o es la democracia quien conduce al progreso, pero estoy seguro de que democracia y progreso están intrínsecamente conectados.

Medidor de democracia "Polity IV data series", los
 paises más claros tienen gran índice de democracia,
 los más oscuros, menos.
     Este mapa refleja claramente la relación existente entre el índice de democracia y el desarrollo económico, social, cultural y de libertades de los paises democráticos con respecto a los no democráticos.







     No abogo por la extensión a escala mundial del sistema democrático mediante el uso de la fuerza, pero sí por otros medios: publicitar entre la población los derechos humanos, no colaborar con regímenes dictatoriales, colaboración ( económica, organizativa y de gestión) con grupos demócratas de oposición...
     Oriente Próximo y el Norte de África están pidiendo a gritos ayuda, están pidiendo a Occidente que les ayudemos a convertirse en democracias, que quieren libertades y derechos, que desean progreso: quieren su "vacuna". Hemos enviado una mínima fuerza armada para derrocar a un viejo enemigo de la OTAN como es el general Gaddafi y hemos embargado ciertas cuentas de dictadores.
     Cuanta hipocresía. Europa, la cuna de la democracia, la abanderada de los derechos humanos, nos llenamos de orgullo al contemplar la Unión Europea, la hermandad entre países, la eliminación de fronteras, la cooperación... A unos pocos cientos de kilómetros de nosotros hay alzamientos contra dictaduras despóticas y miramos hacia otro lado. Nos preocupamos más por las crisis financieras de Grecia, Irlanda o Portugal. ¿A ésto se reduce la Unión Europea?, ¿sólo era economía aquel sueño?.
     Estamos perdiendo una oportunidad histórica de convertirnos en un referente ético y moral a escala mundial, si no vamos a ser líderes en economía ( EEUU y China), ¿por qué no ser los referentes éticos del mundo?. Si no vamos a ser potencias militares ( EEUU y China nuevamente), ¿por qué no convertirnos en los defensores de los derechos humanos?
     ¿A qué nos vamos a ver reducidos?